Walter Gropius y la Bauhaus

Dessau-Roßlau.- El archivo de la ciudad alemana de Dessau, en el este de Alemania, inauguró una amplia exposición sobre la historia de la Bauhaus, en recuerdo del 125 aniversario natalicio de su fundador, el arquitecto berlinés Walter Gropius (1883-1969).
En la muestra, que abrió sus puertas recientemente en Dessau, en el estado federado de Sajonia-Anhalt, puede contemplarse por ejemplo el libro de inscripción en la Bauhaus, la escuela de diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Gropius y clausurada por los nazis en 1933, cuando la dirigía el famoso Mies van der Rohe.
Gropius, que ha pasado a la historia como uno de los padres de la arquitectura moderna, fundó inicialmente la Bauhaus, etimológicamente “Casa de Construcción”, —del alemán “Bau”, contrucción y “Haus”, casa—, en la ciudad germano-oriental de Weimar.
Con su concepto revolucionó la arquitectura del momento. Su escuela no debía ser sólo un lugar de aprendizaje sino también un centro de experimentación y por ello, su programa incluía todas las disciplinas. En ella cabían todos, desde artistas a obreros y arquitectos.
En la nueva muestra también puede verse el plan de estudios original, que más tarde se modificó y que incluía varios talleres, de tipografía, fotografía, murales, etc., y otros que se centraban en el trabajo de materiales en su forma más simple: la piedra, la madera, metales, tejidos textiles, etc.
La Bauhaus buscaba ante todo el retorno a la unidad perdida entre artesanía y arte; quería recuperar la unidad de las bellas artes, crear una “arquitectura total” y lograr así la funcionalidad.
De acuerdo con sus ideales, cada producto, tanto un pequeño electrodoméstico como el proyecto de una gran ciudad, debía cumplir su función, debía ser perdurable, barato y bello. Con ello se puso la primera piedra para la creación del diseño industrial y de la arquitectura moderna.
En 1925 y por motivos políticos, la Bauhaus se trasladó a Dessau, a un edificio diseñado por el propio Gropius y construido a base de cemento, cristal y acero, lo que representaba un corte radical con los edificios históricos del momento.
En la exposición, ubicada en el archivo de Dessau, se muestran artículos de prensa del año 1925 en los que se anunciaba que Dessau acogería la escuela de la Bauhaus proveniente de Weimar.
Centrada en un primer momento en las tendencias del Expresionismo alemán, a partir de 1923 se ocupó ampliamente de otros movimientos internacionales de vanguardia como el Neoplasticismo holandés y el Constructivismo ruso.
En ese centro educativo estudiaron, hasta su cierre en 1933, Wassily Kandinsky, Paul Klee, Oskar Schlemmer y Lyonel Feininger, entre otros muchos artistas.
Hoy en día, ese edificio es parte de la Fundación Bauhaus, creada en 1994 con el objetivo de conservar los edificios, con financiación de la Unión Europea, el gobierno alemán, Sajonia-Anhalt y la ciudad de Dessau. En 1996 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Gropius dirigió la Bauhaus hasta 1928. En 1934 huyó de Alemania, pimero a Inglaterra y más tarde a Estados Unidos, donde ejerció como profesor en la Universidad de Harvard y donde murió el 5 de julio de 1969.
Su obra está dispersa por todo el mundo. En Alemania creó unas 130 obras, desde viviendas hasta edificios industriales, pero sus trabajos se pueden admirar también en Boston, Chicago, Washington, Nueva York, Atenas, Bagdad, Londres y Cambridge.

Gropius y Le Corbusier

Fuente: dpa/www.milenio/

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