El Museo Arquelógico de Estambul es el más importante de Turquía. Ahí se albergan obras maestras de varias culturas del pasado. Ya Mehmet el Conquistador hizo erigir en el patio de Topkapi sarcófagos de emperadores bizantinos, que habían aparecido en excavaciones para la construcción de la mezquita Fatih, así como la famosa estatua del Porfirio auriga, varias columnas bizantinas y capiteles, encontrados también en excavaciones realizadas en el terreno de la Mezquita Azul. Estas antigüedades fueron los primeros objetos coleccionados para el primer museo de Turquía. Otro paso fue envolver los vestidos y los objetos de uso corriente de los sultanes en paños para así conservarlos. Después se empezó a coleccionar antigüedades de varias partes del imperio y a conservarlas en Santa Irene, situada en el primer patio del palacio. En 1876 el Pabellón de Azulejos fue declarado museo y desde entonces está abierto al público como “Museo del Imperio Bizantino”. Al incrementarse las excavaciones y con ello los hallazgos, se construyó el edificio del Museo Arqueológico entre 1891 y 1908, bajo la dirección del arquitecto Valaury. El sarcófago de las plañideras y el sarcófago de Alejandro Magno sirvieron de modelo para el frente del edificio.
El museo tiene 20 salas en la planta baja y 16 salas grandes en el segundo piso. En la planta baja se encuentran esculturas y restos de edificios de las antiguas culturas griega, romana y bizantina. En el piso superior se exhiben objetos artísticos de arcilla, bronce y vidrio procedentes de distintos lugares de excavación. La cantidad de los abjetos expuestos se eleva a casi 50,000. Adicionalmente, el museo tiene un gabinete de numismática con 600,000 monedas, medallas e insignias y un archivo, en el que se encuentran 70,000 tablillas con caracteres cuneiformes. Con autorización especial se puede visitar la casa del tesoro en el piso alto, donde están exhibidos objetos antiguos y joyas de metales preciosos.
Una biblioteca con 45,000 libros está a disposición de los investigadores del museo para sus trabajos científicos. Las salas más famosas del museo son la VIII y la IX, donde se exhiben los sarcófagos de las tumbas de los reyes de Sidón. Ambos sarcófagos aparecieron durante excavaciones realizadas en 1887, al norte de esa antigua ciudad fenicia, por orden del pintor Hamdi Bey, fundador del museo. Estos hallazgos, que son considerados como el mayor descubrimiento del siglo XIX, fueron el motivo principal para la construcción del museo.
El Museo de Arte Oriental Antiguo, que forma parte del Museo Arqueológico, fue construido como escuela para estudiantes de artes plásticas en 1883. Después se decidió transformar la escuela en un museo de arte oriental antiguo. Tras haber pasado por varias etapas, fue reorganizado de acuerdo con los últimos adelantos museológicos y abierto de nuevo en 1974. Entre los museos del mundo que exponen antigüedades de diversas culturas, el Museo de Arte Oriental Antiguo desempeña un papel muy importante. Las colecciones consisten en objetos de Anatolia y Mesopotamia, además de antigüedades de la época preislámica procedentes de Egipto y de la península árabe. Gran parte de las obras de la colección mesopotámica procede de excavaciones que fueron ejecutadas antes de la Primera Guerra Mundial entre los ríos Éufrates y Tigris. Entre los lugares de hallazgos se cuentan Nínive, Nimrud, Telia, Nippur, Abu Hatab, Bismaya, Amur y Babilonia.
Las piezas de la exposición pertenecientes a la Arabia de la época preislámica no proceden de excavaciones sino que fueron transportadas de Arabia del Sur a Estambul en el año 1880 por orden del gobernador civil del Yemen.
Algunas de las obras de la colección egipcia proceden de acervos especiales, otras en cambio de excavaciones o hallazgos casuales, que datan desde la época del imperio antiguo hasta la dinastía de los Ptolomeos. Entre ellas se encuentran estelas, esfinges y sarcófagos, así como hallazgos de tumbas y templos.
Fuente: http://www.turquiareal.com / Editado por el Correo
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